Para Erik Vogler,
maniático del orden, las cosas no podrían empezar peor, aquellas vacaciones de
Semana Santa: en lugar de ir a New York con su padre, iba a tener que pasar
esos días en casa de su abuela. Aun así, en su peor pesadilla, el obsesivo y temeroso Erik
hubiera imaginado que se veía metido en los asesinatos en serie que estaban
conmoviendo a toda Alemania.
Este libro me ha
gustado por el misterio que tiene que adivinar
quién o qué es el asesino, tienes mucha intriga. Al principio piensas
que es uno pero resulta que es el otro. Yo animo a la gente a que se lea.
Irene Fernández 1º ESO B
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